Ese hijo

Allá en la noche
están creciendo ojos.
Una espuma redonda
derretida en el vientre.

El tiempo intuye piernas,
soledad, varias memorias.
Todo es un líquido profundo
ahogado en sí mismo.

Me sacudo el espanto,
salgo a matar voces:
aún caen los pechos
en la penumbra hirviente.

Hoy la vida es pequeña
y late en otro vientre.
La nostalgia carcome el óxido
de esta felicidad.

Yo aspiro la noche.
Mastico el smog húmedo
o vomito luces amarillas,
mientras las calles 
apenas me soportan.
Soy un esqueleto de párpados
que cierra el mundo
para sobrevivir.

Y calla en mí lo vacío
como mueren los barcos de papel.
Su blanco flota desmembrado
en este pozo llamado matriz.

4 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

Brutal.
;)

Unknown dijo...

una velada muy interesante la de ayer. recorrido agradecido por todos los blogs, el que hago hoy.
gracias por darnos la posibilidad de disfrutar del microrrelato a la fresca.
un abrazo.

malditas musas dijo...

pulgacroft, gracias por pasar siempre y dejar (tan amable) huella.

fernando, agradezco tu peregrinaje bloggero y festejo haber compartido esa microlimonada contigo.

Saludos a ambos,
Musa

ángel dijo...

Siempre es un gusto pasar a leerte.


Saludos...